Que el
cerebro es una consecuencia de la evolución es un concepto ampliamente aceptado
por la gran mayoría del mundo científico y social. Igualmente, se acepta la
idea de que la conducta de los seres humanos es consecuente con su actividad
neurológica (racional y emocional). Sin embargo, las características de su
realización evolutiva en el género Homo
aún no están resueltas del todo, pues desconocemos muchos de los mecanismos que
intervienen en este proceso. Sin
embargo, conocemos datos que siempre hay que valorar, como uno que nos ofrece la
Arqueología y Paleontología: la evolución morfológica y la cognitiva no son
paralelas. Primero se producen los cambios anatómicos y luego los conductuales.
En los
intentos de establecer una correlación entre las capacidades cognitivas humanas
y los datos arqueológicos (conducta), Colin Renfrew descubre
lo que ha denominado como sapient paradox. Conocemos que la base
biológica de nuestra especie se estableció hace más de 100.000 años, mientras
que las primeras muestras arqueológicas de un comportamiento sabio (simbólico
y complejo) no aparecen hasta fechas que sitúa sobre el 60.000 BP (p.e. en
África en Bomblos), pero las conductas propias de nuestro sabio cerebro no se establecieron hasta mucho después de forma
definitiva hasta el inicio del Paleolítico superior (40.000 BP. en Europa). Con
estas consideraciones arqueológicas las conductas con un complejo simbolismo
(religión, lenguaje, arte, etc.) se ven más como trayectorias de un desarrollo
cultural que como consecuencia de una innata capacidad biológica producida por
una específica mutación. Hay que pensar que los cambios conductuales que se
aprecian en el inicio de las culturas del Paleolítico superior puedan
considerarse como emergencias conductuales o cognitivas (Renfrew,2008).
La
Arqueología ha seguido las formas más tradicionales del darwinismo,
es decir, cualquier mutación que produzca un cambio anatómico debe de ser
promovido o conservado por la selección natural, al tener una mejora conductual
o, por lo menos, ser en principio neutro. Así, en cada cambio anatómico o
conductual siempre se buscan las ventajas que pudieron favorecer su
perduración. Puede que uno de sus principales inconvenientes de esta forma de
ver a la evolución es el carácter independiente de cada uno de estos cambios
genéticos, ofreciendo un panorama teórico de múltiples mutaciones que no se
corresponde con los datos actuales de la genética humana evolutiva (Psicología enArqueología). Pero tal explicación es muy cómoda,
todo el mundo la entiende, se puede explicar en pocos minutos y parece que con
ella todos estaríamos contentos y satisfechos. El problema puede ser que tal
explicación, que en líneas generales y sin profundizar mucho es cierta, no explica
toda la realidad que en la actualidad se está conociendo.
Aunque se
separe el estudio evolutivo del cerebro del resto del cuerpo con fines
didácticos, hay que tener en cuenta que todos los cambios anatómicos y
conductuales afectan al ser humano en su conjunto. Pero no cabe la menor duda
de que los mecanismosde cambio evolutivo neurológicos son, en primera
instancia, los responsables del origen y desarrollo de nuestra conducta. Y sin embargo, poco hincapié se ha hecho sobre este
proceso evolutivo, pues ampliamente se acepta el uso cotidiano de la evolución
y se obvian explicaciones sobre los mecanismos neurológicos evolucionados que
van a regular la conducta en tos los tiempos históricos.
¿Cómo evolucionóel cerebro humano? y, por tanto, ¿qué características funcionales tiene? Quién quiera conocer a fondo tales cuestiones debe de
intentar al menos conocer lo que las ciencias dedicadas a tal fin (Biología
evolutiva, Neurología, Psicología, etc.) están desarrollando en la actualidad.
Este sería el principal cometido de la Arqueología cognitiva, es decir,
conocer los mecanismos y la forma de producción de la evolución cognitiva, la
cual no es paralela a la evolución morfológica.
Conocemos
que las áreas que más se han expandido y que más repercusión tienen en el
aumento de nuestras capacidades cognitivas son las denominadas como de asociación
(en especial las terciarias). La forma embrionaria de este aumento del
córtex parece que se ha producido por las mutaciones de los genes reguladores de la corteza cerebral. Sin poder
profundizar mucho en este proceso, parece muy dudoso que el cambio de estos
genes (pocos y que solo cambian unas proteínas que van a activar otros genes)
tengan en su información codificada datos sobre la formación de redes neuronales
sobre todas las conductas humanas, aun que sea de forma muy elemental. Hay que
conocer otros datos psicobiológicos que nos aclaren el problema, o nos indiquen
que características generales tiene el cerebro humano. Pondré varios ejemplos
que nos pueden dar una idea general de tal funcionamiento.
A.- Respecto de las áreas primarias, en este
caso motoras, tenemos un simple ejemplo sobre el origen de nuestra habilidosa
capacidad de movimiento. El primero sobre las áreas primarias cerebrales (Mora,
2002: 152):
¿Se nace
sabiendo jugar al golf o pelar una patata? En ambos casos se trata de lo que
los fisiólogos llamamos acto motor voluntario, es decir, aquel acto de conducta
que conscientemente yo quiero realizar. En ambos casos entran en juego varias
áreas del cerebro y los ganglios basales. En estas estructuras existen
circuitos cuya integración temporal permite la ejecución de todos estos tipos
de actos motores que hemos venido en llamar voluntarios. En estas estructuras
que se graban los programas motores en los primeros años de la vida gracias a
un entrenamiento constante de prueba-error. En otras palabras, se nace con la
potenciabilidad de realizar un acto motor, como ya hemos señalado, pero la
posibilidad de su realización con precisión y ajuste solo es posible gracias al
aprendizaje motor.
B.- De la estructuración definitiva de las
áreas secundarias y terciarias (cognitivas y simbólicas)
tenemos dos ejemplos:
- En el
caso del aprendizaje aritmético, los seres humanos se basan en una
variedad de soportes materiales, incluyendo el contar con los dedos, las
cuentas y ábacos (De Cruz 2008). La existencia de cuentas y calculadoras de por
lo menos 30.000 años sugiere que esta práctica fue fundamental para la
cognición numérica humana. Este tipo de prácticas externas tienen un impacto en
neuronal diferente, así los chinos y los occidentales tienen diferentes
ubicaciones neuronales para de la aritmética. Una mayor contribución de las
áreas del lenguaje en los occidentales, resultado del aprendizaje de memoria de
hechos aritméticos, y una mayor participación del área premotora en los
hablantes chinos, presumiblemente como resultado de la instrucción a través del
cálculo del ábaco (Tang et al. 2006). En suma, a pesar de que la
arquitectura de la corteza parietal humana puede han facilitado la específica
cognición numérica humana, la dependencia de los humanos en la cultura
material, instrucción, y la práctica deliberada ha desempeñado un papel crucial
para el desarrollo el número mostrado en una tecnología cognitiva.
- Las experiencias
tempranas establecen una base para los aprendizajes posteriores. Se ha
investigado si el mantenimiento de las plantillas neurales formadas por la
experiencia temprana del lenguaje influye en el posterior procesamiento del
lenguaje. Una exposición muy temprana y breve a la lengua materna influye en
cómo el cerebro procesará otro idioma más adelante, aunque la primera lengua no
se vuelva a hablar nunca más. Así, si un niño chino es adoptado por una familia
francesa a los 3 años y abandona su lengua materna, tendrá un desarrollo
neurológico y procesará otros idiomas de forma diferente a como lo haría un
niño francés. La primera lengua utilizada es la que marca la forma posterior de
aprendizaje de otras lenguas (Pierce, et
al. 2015).
Estos ejemplos
de la necesidad e importancia de la interacción y aprendizaje sociocultural
desde el mismo nacimiento, junto con otros de estimulación sensorial primaria,
nos indica la gran plasticidad del cerebro y que sin un aprendizaje no
hay desarrollo de las capacidades cognitivas. Se hereda una estructuración básica y funcional, no pre-estructurada para ninguna facultad cognitiva determinada, formando un protomapa cortical sobre todo motor y sensitivo (Rakic, 1995) que se va a estructurar después de nacer y con las características del medio ambiente en el que se encuentre el neonato. Mientras que las áreas de asociación necesitan de la información recogida por estas áreas primarias.
¿Cómo se
interpreta desde la evolución?
La
manifestación y desarrollo de las capacidades cognitivas dependerían en gran
medida de las características medioambientales, siendo la base evolutiva
elegida por la Psicología cognitiva (procesamiento de la información). Los
datos que poseemos de las ciencias que estudian a la evolución (desde los
puntos de vista filogénica y ontogénicamente) nos indican en la actualidad unos
conceptos claves en la producción de nuestras capacidades cognitivas. Son:
-
Exaptación. En Biología se conoce como exaptación a la estructura de un organismo que evoluciona originalmente como un rasgo que provee adaptación en unas determinadas condiciones. Con posterioridad, y una vez que ya está consolidada (generalmente, varios millones de años después) comienza a ser utilizado y perfeccionado para otra finalidad, en ocasiones no relacionada en absoluto con su "propósito" original.Al analizar la
conducta en la prehistoria vemos que la neuroevolución no parece estar
encaminada a la creación de las altas capacidades cognitivas que configuran
nuestra conducta (lenguaje, escritura, simbolismos de todo tipo, etc.), pero sí
para la recogida y procesamiento del la información que se puede adquirir de la
observación del medio ambiente, lo que nos pone en el camino de los conceptos
evolutivos de la exaptación (Gould y Lewontin, 1984; Schlaug et al. 1994).
-
Co-evolución. A comienzos del siglo XX, el término coevolución se refiere a la modificación recíproca que dentro de los organismos de una misma especie (coevolución intraespecífica) se causan entre sí sus diferentes sistemas y aparatos (o conjunto de órganos) anatómicos o fisiológicos, a lo largo de la evolución de dicha especie. Ello proviene de los elementos que se combinarán posibilitando nuevas adaptaciones, no se establecen todos de manera simultánea. Así, la adquisición o disposición inicial de un sistema o aparato modificado pasa a influir sobre los otros ya presentes en el organismo, todos los cuales evolucionarán en conjunto posibilitando nuevas adaptaciones, y el proceso que consiste en esta mutua influencia es asimismo conceptuado coevolución.
El trabajo neuronal
que se realiza con esta información es variado, y puede especializarse en
diversa zonas cerebrales de compleja interrelación. Podemos desconocer con
exactitud las características de esta interrelación o del porqué se asientan en
unas u otras áreas cerebrales, pero estamos seguros de que sin la influencia
medioambiental (entrada de información o sensaciones) nada de esto se produce,
o se realiza de forma anómala. Parece que la coevolución de todas estas áreas, en consonancia con la influencia
medioambiental, es lo más común que podemos observar en el desarrollo cognitivo
humano. Naturalmente, estamos hablando de una coevolución cognitiva que
se asienta en las características exaptativas de nuestra neuroevolución.
-
Emergencia. Sobre la emergencia se entiende que el todo es más que la suma de las partes (Searle, 2000: 30).
Una
propiedad emergente de un sistema es una propiedad que se puede explicar
causalmente por la conducta de los elementos del sistema; pero no es una
propiedad de ninguno de los elementos individuales, y no puede explicar
simplemente como un agregado de las propiedades de estos elementos. La liquidez
del agua es un buen ejemplo: la conducta de las moléculas de H2O explica la
liquidez, pero las moléculas individuales no son líquidas.
De la coevolución
cognitiva realizada en varios niveles, y gracias a las aferencias
exteriores (influencia medioambiental) se van a producir la emergencia
de diversas capacidades cognitivas muy relacionada entre sí (abstracción,
simbolismo, lenguaje, funciones ejecutivas, autoconciencia).
- De Cruz, H. (2008): An extended mind perspective on natural number representation. Philosophical Psychology, 21, 475 - 490.
- Gould, S. J. y Lewontin, R. C. (1984), “The
spandrels of San Marco and the Panglossian paradigm: A critique of the
adaptationist programme”, pp. 252-270. En E. Sober (ed.), Conceptual Issues
in Evolutionary Biology: An Anthology. Bradford
Book. Cambridge (Mass.).
- Mora,
F. (2002): Cómo funciona el cerebro. Alianza. Madrid.
- Pierce, L. J.; Chen, J-K.; Delcenserie, A.; Genesee
F. y Klein, D. (2015): Past experience shapes ongoing neural patterns for
language. NATURE COMMUNICATIONS.
- Rakic, P. (1995): “Evolution
of neocortical parcellation: the perspective from experimental
neuroembryology”. En Origins of the human brain. Changeux, J. P. y
Chavaillon J. (Eds.). Clarendon Press. Oxford.
- Schlaug G.; Knorr, U. y Seitz R. J. (1994),
Inter-subject variability of cerebral activations in acquiring a motor skill. A
study with positron emission tomography. Experimental Brain Research, 98:
523-534.
- Searle, J. R. (2000): El misterio de la conciencia. Paidos.
Barcelona.
- Tang, Y.; W. Zhang; K. Chen; S. Feng; Y. Ji; J.
Shen; E. Reiman y Y. Liu. (2006): Arithmetic processing in the brain shaped by
cultures. Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA 103:10775–10780.
Muy interesante, como siempre. Un ejemplo de exaptación cognitiva que se ha propuesto: el desarrollo de la creencia en un mundo espiritual, dioses, etc: http://garciala.blogia.com/2007/030402-la-fe-como-exaptacion.php
ResponderEliminarComparto la idea de que la religión es una exaptación cognitiva, es decir, que el cerebro no evolucionó para tener ese desarrollo cognitivo, pero la creación de un medio ambiente adecuado (nicho cognitivo o ecológico cultural) lo posibilitó. Si se nace fuera de ese nicho (no sé como, pues todos los grupos humanos que perviven tiene uno) no se producen tales ideas. Se nace con las capacidades cognitivas en grado de potencialidad, no de realidad innata. Se precisa un medio ambiente adecuado para su desarrollo real. El tema del inicio de la religión ya lo traté y quien quiera verlo le dejo la dirección:
ResponderEliminarhttp://arqueologiacognitiva.blogspot.com.es/2013/04/la-religion-en-el-paleolitico.html